El ciclo circadiano: qué es, impacto en la salud y cómo sincronizar los horarios
El ritmo cotidiano y el ciclo biológico
Estos ritmos internos que encontramos desde los organismos muy básicos como las formas más simples de hongos, hasta en el ser humano, se conocen como ritmos circadianos, cuando se considera el lapso de tiempo de 24 horas.
Alterar estos ciclos tiene consecuencias que van desde el cansancio diurno hasta ansiedad, depresión, alteraciones hormonales y otros efectos. Por ejemplo, cuando hacemos un viaje prolongado y padecemos el famoso “jet-lag”, o simplemente, tenemos una variación importante en los ciclos de sueño-vigilia y las alteraciones que sufrimos, podemos comprobar este mecanismo sin necesidad de profundas investigaciones.
Por eso es importante, sincronizar nuestro reloj interno con el del mundo exterior.
¿Qué son los ritmos circadianos?
Según datos del Instituto Nacional de Ciencias Médicas Generales de Estados Unidos (Nigms, por sus siglas en inglés), los ritmos circadianos son cambios físicos, mentales y conductuales que siguen un ciclo de 24 horas.
Es decir, se trata de procesos naturales que afectan a la mayoría de seres vivos, incluidos los animales, las plantas y los microbios. Un ejemplo concreto es la relación del sueño con la luz y la oscuridad: dormir de noche y despertar durante el día.
Los ritmos circadianos (del latín circa, que significa ‘alrededor de’ y dies, que significa ‘día’) son oscilaciones biológicas que se repiten con un ciclo de aproximadamente un día y responden principalmente a la luz y la oscuridad en el ambiente (los ciclos de sueño-vigilia). Todos los animales incluidos los seres humanos y las plantas muestran algún tipo de variación rítmica fisiológica (tasa metabólica, producción de calor, floración, etcétera) que suele estar asociada a los ritmos circadinanos.
Cómo impacta el ritmo circadiano en el cuerpo
De acuerdo con el Nigms, el ritmo circadiano puede influir en funciones importantes del cuerpo como la liberación de hormonas, los hábitos alimentarios, la digestión y la temperatura corporal. Asimismo, la mayoría de las personas capta el efecto de los ritmos circadianos en los patrones de sueño.
Los ciclos circadianos alterados se asocian con trastornos de sueño como el insomnio, además de enfermedades como la obesidad, la diabetes, la depresión y el trastorno afectivo estacional. Estas alteraciones también afectan el funcionamiento del sistema inmune, las defensas de nuestro cuerpo ante el ataque de virus, bacterias y de diversas patologías, como el cáncer.
Cómo los ritmos circadianos ayudan a dormir
El reloj principal en el cerebro coordina todos los relojes biológicos (dispositivos de tiempo naturales de un organismo que regulan el ciclo de los ritmos circadianos) de un ser viviente al mantenerlos sincronizados.
De acuerdo con el instituto americano, el reloj principal es un grupo de aproximadamente 20 000 neuronas que forman una estructura llamada núcleo supraquiasmático o NSQ, ubicado en el hipotálamo que recibe información directa de los ojos.
“El NSQ controla la producción de melatonina, una hormona que produce somnolencia. Este recibe información sobre la luz entrante de los nervios ópticos, los cuales la transmiten desde los ojos hasta el cerebro”, desarrolla el Nigms.
En consecuencia, cuando hay menos luz (por ejemplo, en la noche), el NSQ le indica al cerebro que elabore más melatonina para producir sueño. Por lo tanto, seguir el ciclo natural y dormir durante las horas de oscuridad contribuye a conciliar el sueño.
Qué factores afectan a los ritmos circadianos y de sueño
A pesar de esto, existen cambios en el cuerpo y factores ambientales que pueden alterar a los ritmos circadianos y hacer que el ciclo natural luz-oscuridad no esté sincronizado, indica el Instituto de Ciencias Médicas.
Por ejemplo, las mutaciones o los cambios genéticos; el desajuste horario o el trabajo en horas de la noche; y la luz de dispositivos electrónicos en la noche pueden afectar los relojes biológicos.
“Estos cambios pueden causar trastornos del sueño y producir otras afecciones médicas crónicas como obesidad, diabetes, depresión, trastorno bipolar y trastorno afectivo estacional”, finaliza el Nigms.
Horarios laborales
En muchos países las actividades diarias y comerciales, están adaptadas a los ciclos circadianos que se relacionan también a las horas de luz solar. De esta manera, en muchas naciones, los horarios laborales y comerciales, se desarrollan entre las 8 y las 18.
En otras regiones del mundo, también se implementa la diferencia horaria entre verano e invierno. Por ejemplo, en Europa, a fines de octubre el reloj se atrasa una hora para adoptar el horario de invierno.
El objetivo es ajustar el reloj de acuerdo a las horas de luz del día, dependiendo de las estaciones para mejorar la eficiencia energética.
El rol fundamental
Los ritmos circadianos desempeñan un rol fundamental en el funcionamiento de todos los seres vivos. En el ser humano estos impactan de manera particular en la salud mental, los patrones hormonales, así como existen estudios recientes sobre la relación con el envejecimiento.
Para preservarlo, el adoptar hábitos simples, pero extremadamente eficaces, como respetar ritmos y horarios de sueño, exponerse regularmente a la luz solar, disminuir ya que es imposible evitar, la exposición a luz de pantallas especialmente en horas cercanas a la noche, son buenas medidas para comenzar. Fuente: (National Geographic – Infobae).
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